Sergio Martos: crítico musical (Popular 1, Ruta 66…), autor del libro sobre Alice Cooper Por un billón de dólares, cantante al frente de los Schizophrenic Spacers; pero ante todo un absoluto fan de la música rock.
1-¿Cuál fue el primer disco que te compraste?
Ahhhh, pregunta interesante. Podría decirte cual fue el primer disco que me regalaron: Dynasty de Kiss. Lo destrocé antes de cumplir los tres años, así que con siete u ocho volví a pedirlo por mi cumpleaños. Quizás con mi propio dinero, o el que recolecté de unas navidades, fue otro disco de Kiss, en este caso un bootleg que recogía las demos de The Elder. Ni que decir tiene, a tan temprana edad no era consciente de lo que significaba un bootleg, con la desilusión que supuso oír aquello y descubrir que, lo que era oírse, se oía poco y mal.
2-¿Cuál es, para ti, la joya más preciada de tu colección de discos?
Tendría que cortarme el dedo meñique para contestar a esta pregunta con seguridad. Te diría que cualquier disco firmado por Alice Cooper. Eligiendo uno, Love It To Death versión censurada con faldón blanco en el tercio superior e inferior de la cubierta. Conseguí que me lo firmaran los cuatro integrantes vivos del Alice Cooper Group. A Glen Buxton lo veré algún día y le pediré, cerveza a cambio, el garabato definitivo.
3-¿Tu portada de disco favorita?
Por cambiar de artista, la del Nothing’s Shocking de Jane’s Addiction. Aunque Ritual De Lo Habitual tampoco anda lejos.
4-¿Qué vinilo regalarías a alguien que se acaba de comprar un tocadiscos?
Spotlight Kid de Captain Beefheart. No es tan agresivo como sus dos trabajos anteriores, pero todavía mantiene ese aire peligroso y vanguardista. El sonido de ese álbum es todavía relevante. La última reedición de Rhino, remasterizada desde la cinta original, conserva ese aroma amenazante, una tensión atmosférica que puede cortarse con un cuchillo.
5-¿Qué es para ti el Record Store Day?
Principalmente se ha convertido en un negocio. ¿Qué no lo es? Creo que la idea de sacar piezas únicas se ha perdido en favor de reediciones de obras que no necesitan ser puestas circulación en los siguientes cien años. La idea original de producir piezas únicas, caso de las demos de L.A. Woman de los Doors o un directo inédito de Tom Petty, ha fallado en los últimos años. Por ese motivo ha perdido sentido para mí. Es genial ver que la gente se aglutina en las tiendas ese día especial, pero creo que cualquier día del año en el que puedas acceder a una tienda especializada es una fiesta en sí. Lo de siempre, todo depende de si tu bolsillo te lo permite o no.