29/11/15 Razzmatazz, Barcelona
La foto del partido: Jeff Walker empuñando su bajo invocando a los dioses del metal. Al metal tienes que devolverle aquello que un día te entregó. No olvidéis jamás esta deuda perpetua o el destino será cruel con vosotros.
El Deathcrusher Tour llegaba a España con un combo digno de la admiración de cualquier simpatizante del metal extremo: Herod, Voivod, Napalm Death, Obituary y Carcass. Antes de entrar los patéticos e inadecuados comentarios de siempre «a ver cómo va… es que hace 25 años los vi y entonces sí que metían caña de verdad». Probablemente tú también metías más caña hace 25 años y tu familia y tus amigos no te lo recuerdan a diario. El público del metal extremo, ese que tanto tiene que ver con los seguidores del Barça «Han ganado cuatro copas pero no acaban de jugar bien». Por favor…
Entrando ya en materia, sorpresa con Herod. El Razz es una sala especial ya que durante los últimos años ha sido criticada por su inadecuado sonido. Doy fe de ello y, la verdad, siempre da miedo encontrarse con una acústica deficiente. Pues para nada, aquello sonaba de la hostia. Y para hostia la que nos dio Herod a las seis de la tarde. Una demostración de poderío en toda regla. Los huevos de corbata cuando me puse a escribir un tweet y eltío de repente saltó a la palestra para darlo todo desde el lado del público. Pensé… este tío me ve con el móvil mientras él está aquí a grito pelado y me parte la cara. Una pena que la sala estuviera medio vacía porque, de verdad, los tipos dieron un buen show. Ese punto más death y paudado que el resto de grupos me gustó. Habrá que seguirles la pista.
Voivod llegaban con ganas de gustar y, quizás, se convirtieron en lo más flojo del cartel. Tiraron mucho de su repertorio thrashsero dejando para otro momento más oportuno su faceta progresiva pero se echó en falta en exceso la salida de sus ex-miembros. Además el resto de bandas no se lo pusieron nada fácil a los canadienses dado su alto nivel. El público tenía ganas de fiesta y gozaron al máximo de los temas de Snake y sus secuaces.
Llegaron Napalm Death para hacer lo que hace décadas que hacen: dar una hostia con la mano abierta, a toda velocidad y sin compasión. Aquí ya me pierdo, ya que escuché muchos comentarios negativos en referencia al show de los ingleses. Cómo va esto… ¿cuándo había cincuenta personas en el público era un bolazo y ahora que hay más de mil personas en el público es una mierda? ¿de verdad echáis tanto de menos una guitarra en una banda de grindcore? ¿que el setlist no estaba bien escogido? Hay veces que los fans de la música somos los únicos responsables de la fatídica situación que vive la escena musical actual. Napalm hicieron lo de siempre y lo hicieron bien. Barney sigue llevando los mismos pantalones cutres y sigue rascándose como se tuviera centenares de piojos. Danny Herrera sigue siendo una máquina de matar, toque los temas que toque. Sonaron bien y no se merecen todas esas críticas negativas que escupís sin razón alguna. Que si pensabais ver a Alejandro Sanz en directo lo puedo entender pero hemos venido a ver a Napalm Death.
Y llegó el Apocalipsis: Obituary hicieron un bolazo. Cuando un grupo hace una intro con un tema instrumental y te pones como las putas cabras de lo bien que suena es que aquello va a ser mítico. Ya en el Resu de hace un par de años me dejaron boquiabierto y la pasada noche repitieron la hazaña. Los tíos dejaron claro que en directo se crecen con un sonido abrumador y una puesta en escena bestial. Quede claro que los americanos no son Kiss. Su show es parco en todo y es ahí donde reside la gracia del tema. El protagonismo es sólo para su sonido pero como éste sea tan brutal como el de la pasada noche se convierten, sin duda alguna, en los triunfadores de la noche.
Todavía siento retumbar el bombo en mi cabeza, los riffs erizar mi piel, la voz de John Tardy perforarme el tímpano. Muy bueno joder, muy bueno. Salvaje, compenetración máxima, gozada absoluta… Centuries of Lies, Visions In My Head (cuidado con el último disco que es un pepino), Inoxicated, Dying, Find the Arise (uuaghhhhh!!!!), ‘Til Death, Don’t Care… Memorable.
Extasiados llegaba el momento de ver a Carcass. La verdad es que el ambiente estaba caldeado y quizás el aforo del local era excesivo. Empezaba a ser complicado encontrar un sitio digno para disfrutar del espectáculo. Sé que hicieron el paripé de Absolute Power antes de Carcass. Una broma de colegas, dejémoslo ahí. Ocurría lo mismo que en el caso de Obituary: vi a Carcass en directo en el Resu y todavía estoy flipando con lo vivido aquella noche. Todo indicaba que iba a ser otro bolazo y así fue. Una puesta en escena humilde pero llena de detalles dignos de mención como las proyecciones del bombo, el juego de luces, las cortinas haciendo referencia a la portada del disco… y la actitud de la banda enorme, bizarra, de 10. Jeff Walker tiene un control vocal magnífico y su manera de llevar los tiempos del concierto es de crack.
La ejecución de Cadaver Pouch Conveyor System ya dejaba claro que los de Liverpool habían venido a ganar. Qué decir de Bill Steer… su técnica es de manual y encima va y nos sorprende micro en boca interpretando Exhume to Consume y Reek to Putrefaction (por si se te había olvidado de donde venían esta peña). Quizás la única pega es que se hicieron un poco pesados y que Obituary rozaron la perfección. Po lo demás, bendito regreso después de dos décadas y bendito último disco. Pueden tocar en un escenario grande porque ellos son más grandes de lo que parece.
Gran noche de metal. Suerte que era domingo, llega a ser sábado y no sé si iba a poder explicar algo congruente.
Crónica y fotos: Sergio Pozo