Low, un valor seguro

Low

23/10/15 Sala Bikini, Barcelona

Empieza a ser difícil afirmar cuál ha sido la vez que más has disfrutado con un directo de Low. Su puesta en escena es perfecta. Sí, perfecta. Un viaje a lo más profundo de tu ser que no deberías perderte.

Abrió la noche Mike Noga. El australiano compartió un set list cargado de temas folk interpretados con simpatía y cariño. Acompañado por un tipo a la guitarra, repasó The Balladeer Hunter y Folk Songs con un show de poco más de media hora. Noga no tuvo ningún pudor en tocar la armónica y aporrear su guitarra acústica mostrándose muy cercano al público en todo momento. Sinceramente, creo que el batería de The Drones no aporta nada nuevo a la escena aunque sí es cierto que lo que hace lo hace bien.

Mike Noga

Cualquier descripción de un concierto de Low es un reto. Nunca defraudan y siempre sales de la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Es mágico ver las caras del público cuando estás situado en primera fila haciendo fotos: gente con los ojos cerrados, sonrisas, bocas abiertas… misticismo, felicidad y perplejidad a partes iguales. La intro con Gentle ya te ponía los pelos de punta. Estaba claro que iba a ser otra noche memorable. La fusión de voces y almas de Alan Sparhawk y Mimi Parker reta constantemente a tus sentimientos.

low 4Además, la perfecta sonoridad de la sala hacía más palpable la perfección auditiva de su propuesta que es capaz de dejarte noqueado a la primera de cambio para cogerte en un puño y hacer contigo durante una hora y media lo que les plazca. Con Monkey, el temazo de The Great Destroyer, Alan inició su espectáculo personal despellejando sus entrañas y estirando de ellas a la vez que se retorcía sobre sus pies. Magnífico, genial, sublime… inevitable que se escapara algún «Uoh!». Es digno de mención destacar que los detalles electrónicos de su último trabajo están muy bien llevados a cabo en directo. No olvidemos que en el cara a cara es donde los de Minnesota se crecen y te arrinconan sin piedad haciendo crecer su épica incontestable. Ese don de heroísmo no buscado junto a su facilidad para hacerte caer en un narcótico bucle hacen que aquello más que un concierto sea un encuentro místico que roza lo religioso como ocurre con temas como Plastic Cup o Holy Ghost. Increíble interpretación de On my Own con una cercanía inusitada a Neurosis y es que, a medida que el concierto avanzaba, la intensidad de la banda aumentaba más si cabe. Dada la grandeza de Sparhawk y Parker es fácil olvidarse de Steve Garrigton del que es justo decir que su fuerza en escena ha crecido notablemente. Unos cuantos temas de su último trabajo para acabar poniéndote en un aprieto emocional con Pissing: headbanging, intensidad y distorsión marca de la casa.

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Salieron de nuevo para regalarnos una deliciosa Murderer y para dar pie al momento divertido del concierto ya que el frontman olvidó los primeros versos de When I Go Deaf. Como en todas las buenas familias su esposa le recordó la letra. Sparhawk aprovechó el desliz para improvisar unas rimas e invitar finalmente al público a cantar los coros.

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Los temas de su último disco se asimilan con rapidez como por ejemplo Lies que se ha vuleto ya un clásico. Me fui a casa pensando que habían tocado muchas canciones antiguas y en realidad tocaron One and Sixes casi entero (nueve temas) siendo las demás de trabajos anteriores. Ninguna de su obra maestra C’Mon. Además de buenos, coherentes y valientes. Así son Low.

Crónica y fotos: Sergio Pozo

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