Más que un músico, uno de los guitarristas indies por excelencia. Conocido por ser una pieza clave de Sonic Youth, el estadounidense se apunta rápido a un bombardeo: proyectos en solitario, con otros músicos y con multitud de artistas. Un artista a reivindicar.
1-¿Cuál fue el primer disco que te compraste?
Es difícil decirlo, la verdad… El primer disco que tuve fue Meet The Beatles, el primer elepé de los Beatles en Estados Unidos, y antes de eso los singles, She Loves You y I Wanna Hold Your Hand. Me los trajo mi padre de los almacenes donde trabajaba. Una de las mejores cosas en mi vida es que escuché los discos de los Beatles en el momento en que fueron saliendo. Cuando conocí a Paul le llevé esos primeros singles para que me los firmase. Coincidimos con él en un Bridge Concert, los conciertos benéficos que monta Neil Young, y nos vio desde el escenario. Al terminar vino a que le contase lo de nuestras afinaciones, fue alucinante. Luego, un par de horas más tarde nos visitó en nuestro camerino y se quedó charlando una hora y media. Pero, ah, el primer disco que me compré fue Monster de Steppenwolf… ¡Ja, ja, ja!
2-¿Cuál es, para ti, la joya más preciada de tu colección de discos?
Una pregunta peliaguda. No sé, siempre acabo en los discos de los Beatles. Colecciono los más raros: la caja del Wedding Album de John y Yoko, me costó encontrarla. Y la caja de Get Back, publicada antes de que saliese como Let It Be, la portada era la misma, pero un par de temas eran distintos y llevaba un precioso libreto con muchas fotos del rodaje de Let It Be y diálogos de la película. Me costó muchos años encontrarla. Otro sería Ten of Swords, una caja con diez discos piratas raros de Dylan, uno de los primeros que se publicaron, muy famoso. En vivo y en estudio, con temas alternativos de Freewheelin’ y Bringing It All Back Home, tomas primerizas de Blonde on Blonde. Una maravilla.
3-¿Tu portada de disco favorita?
Una portada que me gusta mucho es la de After the Gold Rush, Neil Young andando por la calle con un hombre que pasa a su lado. He visto la foto completa y aparece Graham Nash caminando por la calle, lo cortaron en el diseño final. También la de On the Beach, tan conceptual: el periódico con la renuncia de Nixon bajo la mesa en la playa, los alerones del Cadillac, la sombrilla… Creo que esta sería mi favorita, sí, On the Beach. Y ¿sabes qué portada me gusta mucho? La de Kim Gordon para el álbum de Body/Head. Las dos medias caras, el blanco y negro contrastado, el tacto del cartón. Muy dura y severa.
4-¿Qué vinilo regalarías a alguien que se acaba de comprar un tocadiscos?
Depende de la edad que tenga… Recuerdo que le regalé a un joven pariente, muy fan del hair metal, de Van Halen o Bon Jovi, el álbum de los Sex Pistols. Creyó que era un chiste y quizás no lo escuchó en mucho tiempo, pero años más tarde me escribió para contarme que lo había estado oyendo y que ahora entendía porque se lo había regalado. Me dijo que era un disco asombroso y que había cambiado su perspectiva musical. Eso estuvo muy bien.
5-¿Qué es para ti el Record Store Day?
Bueno, ahora ha sido invadido por las multinacionales, pero hubo un tiempo en que los discos que salían por el Record Store Day eran todos muy especiales. Hoy es una avalancha, pero mantiene la llama encendida, no hay duda. Hubiera sido más chulo que se hubiese quedado en un ámbito un poco más independiente, pero en cualquier caso es algo muy positivo para el vinilo. Actualmente, escucho muchísimo vinilo.