La música clásica del S.XXI: Toundra y Exxasens

30/01/15, Apolo, Barcelona

En España estamos de enhorabuena porque la música instrumental está en un momento de pleno auge. Nada tienen que envidiar grupos como Toundra o Exxasens a propuestas internacionales. Prueba de ello fue el directo del pasado viernes en la Sala Apolo de Barcelona, una verdadera lección magistral de lo que podríamos denominar la «música clásica del S.XXI».

 

Nuestra aventura en el mundo de las crónicas empezó narrando un concierto de Exxasens hace algo más de un año. Ya por entonces auguramos un gran futuro a una banda de post rock instrumental diferente. Parece que el tiempo nos da la razón ya que cada vez gozan de más éxito y repercusión, habiendo tocado desde entonces en grandes escenarios como el Dunk!Fest de Bélgica, el Cruïlla de Barcelona o siendo confirmados hace tan sólo una semana por Primavera Sound para este 2015.

 

Exxasens, Jordi

 

Reivindicando un humilde sello, Aloud que hace tanto para este género musical, abrieron la noche con mucha convicción, quizás lo único que les faltaba hasta ahora. Calidad tienen, y mucha. Su espectáculo musical va acompañado por unas proyecciones de temática galáctica que compaginan a la perfección con sus melodías de otro planeta. Vigilados en todo momento por el astronauta protagonista del videoclip Rocket to the Sky desde la platea, los catalanes disfrutaron en el escenario desprendiendo magia y alegría. Una uniformidad grupal contundente a la vez que dócil que te atrapa e invita a tus sentidos a un viaje lleno de emociones.

 

Exxasens, Cesc

 

Estamos seguros que jamás olvidarán el directo de la pasada noche porque se erigió como el inicio de un nuevo camino. El público presente conocedor de la hazaña les ovacionó con insistencia. Se lo ganaron a pulso. Por fin los planetas se han alineado para dejar volar la música de Exxasens. Que no separen jamás los hombres lo que el trabajo, el esfuerzo y la galaxia han unido.

 

Exxasens, Sergio

 

Toundra llegaban con todo ganado. Han creado una marca que ahora hay que saber defender. Parte de ese propósito es la magnífica oferta planteada como venta de entradas. Vinilo(s) más entrada por 25 euros es una propuesta magnífica.  Una vez más, las cosas bien hechas resultan bien. Si no consiguieron el sold-out poco les faltó, la sala a rebosar. En un concierto de música instrumental nacional es algo loable. Strelka es la banda sonora perfecta para dar el pitido de inicio a ese match sensitivo. Sorprendidos al inicio del show ya que los madrileños han incorporado en su performance proyecciones. Cierto es que no las necesitan (con su calidad musical y la actitud en escena de Esteban les basta y les sobra) pero cuando el pase de éstas esté más «por la mano» puede ser un añadido más a un gran espectáculo.

 

Toundra, Esteban

 

Marte es un zambombazo que te obliga a alzar el puño y retar a la gravedad sin piedad. Inteligente tocar un tema de su tercer disco tan temprano ya que el público apenas había tenido tres días para aprenderse su último trabajo IV. Los tíos suenan cojonudos y no nos cansamos de decir que no tienen un día malo. Después de sonar Magreb, Lluvia y Balenos; sorprendían con un momento más íntimo con la interpretación en acústico de Viesca y Requiem acompañados por instrumentos de cuerda y el gran Joan Colomo a la guitarra. Cambio de tercio con una de las nuevas adquisiciones, Kitsune, que parece que ha llegado al set list de Toundra para no irse jamás. Con esa intro, ese impass enérgico y esa distorsión tan domesticada se muestra como un clásico en apenas tres días de presentación en vivo de su nuevo trabajo. Una salvajada de tema que fácilmente consigue retorcerte las entrañas. Supongo que a nadie le sorprende que Zanzíbar es una de las maravillas de la banda, simplemente perfecta. Sin duda alguna marcó el inicio del clímax del concierto. No todo humano está preparado para vivir en sus carnes una demostración tan bestia como el exultante final con Zanzíbar, Cielo Negro, Oro Rojo y su obra maestra hasta el momento, Bizancio; de nuevo con la colaboración de Joan Colomo y la dulzura del violín.

 

Toundra, Alberto

 

La gente como posesa reclamando el retorno a escena del grupo, realmente uno de los bises más reales que recuerdo. Los chicos pidiendo perdón y diciendo que no tenían más tiempo (más de una hora y media de directo, una bestialidad), el público insistente y los buenos de Toundra sacando minutos de donde no quedaban. Remataron la velada interpretando Ara Caeli.

 

No suelo mezclar lo personal y lo musical en mis crónicas pero en este caso es inevitable. Felicidades chicos. Os he visto más de diez veces en directo desde que os descubrí en aquella gira con Nothink en el 2010 y seguís consiguiendo que llore y me emocione como si fuera el primer día. Sois un grupazo!

 

Crónica y fotos: Sergio Pozo