1-¿Cuál fue el primer disco que te compraste?
Si hacemos honor a la verdad el primer disco que compré con mi dinero y conocimiento de causa fue la cinta del The Final Countdown de Europe con 8 años. Lo adquirí en el mercadillo de mi barrio Bellvitge, en una rulot de un gitano ambulante. Más adelante en el 93 fue ya cuando empecé a comprar música de una forma más sistemática pero me pilló la avalancha de los cd’s. En casa mi padre tenía una modesta pero exquisita colección de vinilos y a mi aquel formato me parecía arcaico y en ese momento parecía claro que los de mi generación teníamos que pillar cd’s porque era lo que nos tocaba, craso error, la de joyas que pasaron por mis manos en aquellos años. Durante los 90’s compre algún vinilo sencillamente porque no lo encontraba en cd. Puede ser que el primero fuese el LP homónimo de The La’s en el Wah Wah o quizás el debut de Crystal Method Vegas en Discos Revolver. A partir del 99 pillé un plato en condiciones y me decanté en cuerpo y alma por el plástico y de ahí hasta el infinito o la ruina personal.
2-¿Cuál es, para ti, la joya más preciada de tu colección de discos?
Pues debo confesar que poseo varios vinilos a los que quiero más que a la mayoría de mis familiares pero tengo un especial apego a la tríada mágica y primigenia del indie nacional compuesta por los las puestas de largo de Los Planetas Super 8, Family Un Soplo en el Corazón y Aventuras de Kirlian.
3-¿Tu portada de disco favorita?
Como obra artística, por lo que me impacto visual y auditivamente cuando lo descubrí y porque resume e ilustra de forma perfecta y misteriosa el sonido que contiene diré que la portada de Loveless de My Bloody Valentine es una de mis favoritas, aunque también debo decir que después de 15 años currando en tienda de discos y después de que millones de portadas hayan pasado ante mis ojos tengo que afirmar rotundamente que sólo hay una portada insuperable, una que se me aparece en sueños, que admiro y a la vez me atormenta. Me refiero al maxi No comprendo, no entiendo del inefable Masterbubi.
4-¿Qué vinilo regalarías a alguien que se acaba de comprar un tocadiscos?
Pues si regalase algo nuevo sería el fantástico disco de Courtney Barnett : Sometimes I Sit And Think, And Sometimes I Just Sit, sencillo, entretenido y clásico a la par que fresco. Y si eligiese algo más clásico pues me decantaría por el Crazy Rhythms de The Feelies o el Marquee Moon de Television, sencillamente dos obras maestra.
5-¿Qué es para ti el Record Store Day?
El Record Store Day es un día fantástico y frenético para los que trabajamos en una tienda de música. Una jornada única de celebración en la que personalmente disfruto viendo a mucha gente gozando de un ambiente estupendo, comprando discos, abarrotando la tienda y entreteniéndose con los conciertos que ofrecemos. Es como el Sant Jordi de las librerías aplicado a las tiendas de discos. Como coleccionista es un día en el que me gasto mis buenos duros con alegría, siempre hay algo para picotear si eres un enfermo del vinilo. Quizás podríamos entrar en el debate y cuestionarnos si el origen romántico del término se ha desvirtuado un poco desde que las multinacionales entraron en juego, quizás los precios -debido a la exclusividad de los discos- se hayan disparado hasta niveles preocupantes y excesivos o quizás también podríamos afirmar que el RSD promueve la especulación por internet. Y qué más dará, cada uno se gasta sus dineros, sí puede, en lo que le hace más feliz. Yo tampoco entiendo que mi primo se gaste 500 pavos en un alerón nuevo para su carro pero lo respeto. Además creo que todos los que amamos la música, las tiendas especializadas y el formato de vinilo somos capaces de ver en el RSD algo más allá que el mero mercantilismo que comporta el día y disfrutar con las actividades y propuestas que genera el RSD. A mi es un día que personalmente me emociona .