14/03/14, Estraperlo, Badalona
Empezábamos el fin de semana por todo lo alto, camino del polígono de Badalona a la entrañable sala Estraperlo. La sala con reminiscencias al Garatge de Poblenou (un minuto de silencio por favor) albergaba esta noche un directo con clase: Los Mambo Jambo y The Peacocks.
No debe darnos ningún tipo de miedo decir que Los Mambo Jambo son una de las mejores bandasque podemos ver en directo en Barcelona. Tanto en su papel en el espectáculo de burlesque Taboo como en sus conciertos, demuestran que son de otro planeta. Sus componentes son músicos profesionales que te dejan con la boca abierta y, si tienes «algún tipo de relación con algún instrumento», te recuerdan que eres amateur. Muy amateur. Porque son jefes que ejecutan su espectáculo con una precisión inaudita. Suena The Whip y lo primero que piensas es… «como suena, por favor ¡Pero si es el primer tema!» Su eficacia es aplastante desde el primer instante que pisan el escenario. Concisos, meticulosos. Un reloj suizo.
Más fiesta desde su primer trabajo con Hot Guindillas, con ese diálogo entre saxo y guitarra que te hace mover las caderas de manera incesante. Mario Cobo y Dani Nel·lo salen directamente disparados de la órbita de lo establecido dentro de los parámetros de lo analizable musicalmente al interpretar Flamin’Lips. A medida que transcurre el tema tu te vas haciendo más y más pequeñito, cada vez más próximo al suelo y a las pertinentes muestras de respeto que se merecen. Su último trabajo no se quedo al margen de la fiesta. Pudimos disfrutar de grandes temas de Impacto Inminente como la magia de Poderosa, el bailongo y descarado El Baile Hipnótico, los sonidos surf de Sombras del Este con un Kovacevic titánico en el contrabajo, el swing-rock’ n’ roll con final apoteósico de El Cadaver que vino a cenar, Fregona y su destilación latina (un temazo memorable)… y más baile, fiesta desenfrenada y mucha, mucha música.
Necesario escucharles en vinilo para poder disfrutar de su aplastante convicción técnica. Su eficacia milimétrica, su entrega en el escenario y su profesionalidad hacen que te sientas orgulloso de tener una banda nacional de ese nivelazo. Porque además de todo lo buenos que son musicalmente, su talante y actitud sobre el escenario es apabullante. Su manera de conectar con el público, sus tupés, su indumentaria, su pose. Todo perfecto, todo mambofónico. Una formación de culto de la que puedes disfrutar en el presente.
Con aquel panorama a ver quién era el guapo que se subía al escenario. The Peacocks salieron más chulos que nunca, con un planteamiento del tipo «de perdidos al río». Y eso hicieron, tirarse al río de cabeza. Sin piedad ninguna escupieron sus temas como ráfagas. 
El trío suizo con su líder Hasu Langhart algo confundido y más pendiente de la morena de la columna que de su guitarra, fue la antítesis a la profesionalidad de Los Mambo Jambo. Cierto es que esa estética gamberra no desentona para nada con su propuesta musical, siempre cerca de los sonidos acelerados y despiadados del psycho/rockabilly. Algún momento de lucidez como This Time o al tocar el ya clásico After All, eso sí, siempre con una energía despiadada innegable. Un buen ejemplo de su puesta en escena fue el hecho de ver la sala más vacía que con la actuación de Los Mambo Jambo. Eso no hizo que los fans de la banda no disfrutaran de su propuesta, llena de agresividad y buen rollo. No olvidemos que los suizos llevan más de 20 años dándolo todo y teniendo en su haber temas clásicos como Drink Alone o I don’t care. Sudor, decibelios, rapidez y mucho punk rock paleolítico.
Contentos para casa, confundidos con el año en el que vivimos. Esa sala en el polígono, esa música añeja y mucho vinilo en el puesto del merch ¿De verdad estamos en el 2014? Buenos tiempos para la música. No olvidemos que después de la tormenta sale el sol y los días de lluvia ya llegan a su fin.
Crónica y fotos: Sergio Pozo