08/10/15 Sala Almo2Bar, Barcelona
Una oye hablar de Girl Band y se espera un grupo de chicas a lo Dum Dum Girls. Pues no. Girl Band son cuatro chavales de Dublín que manofacturan noise rock y post-punk. Tras tres EPs y dos singles, Girl Band presentaron por fin su esperado disco debut, Holding Hands With Jamie, editado este 2015 por Rough Trade. Cuatro citas para presentarlo en la península, empezando por Barcelona; por donde pasaron sin pena ni gloria a pesar de lo mucho que se les esperaba y las expectativas que había.
Calentaron motores Power Burkas que deben de ser un grupo de (buscando en la base de datos mental de etiquetas musicales) garage catalán… por ejemplo. Cuando no esperas nada, a veces, estás más receptivo y es más fácil sorprenderte y con estos chicos pasó esto. Propuesta curiosa que gustó por frescura, duración y ejecución contundente.
Todo lo contrario ocurría con Girl Band. Quizás exceso de expectativas y, claro, eso es peligroso. Su característico sonido pesado y desgarrado parece funcionar mejor en disco que en directo ya que, aunque sonido, técnica y ejecución rozaron lo impecable, algo le faltó al bolo; en el que no se pudieron distinguir y degustar los detalles sonoros que se aprecian en sus trabajos de estudio. Tal como se podía prever, los irlandeses ofrecieron un repertorio centrado en su primer LP; dejando para el final sus temas más conocidos. Y es que no les ayudó un sonido empastado y cacofónico, que no dejó reconocer las canciones fácilmente; provocando esa odiosa sensación de que todo el rato suena el mismo tema.
Con una afluencia nada despreciable para un jueves noche, los dublineses protagonizaron un concierto en el que lo más destacado fue la muleta de Dara Kiely, vocalista de la banda, que subió al escenario a pesar de la lesión en su pierna derecha. Así como los setlists apuntados en diferentes partes de sus cuerpos, como el dorso de la mano o el antebrazo; el alarde de partirse la camisa al cantar, o la curiosa manera de tocar el bajo de Daniel Fox, golpeando las cuerdas con la palma de la mano en algunas canciones.
Y aún con todo, cabe decir que la propuesta musical de Girl Band es más que interesante y que las expectativas generadas no son infundadas ni un hype. Experimentación y estridencia se unen en sus temas para conjugar un rock martilleante que sacudirá a más de uno. Tocando juntos desde adolescentes y habiendo compartido otras bandas anteriormente, estos cuatro chavales de 23 y 24 años despuntaron con su EP de debut France 98. Pero ha sido con Holding Hands With Jamie que han encontrado definitivamente su sonido. Con un trabajo inicial bueno pero no destacable, Girl Band empezaron a apuntar maneras ya en 2012 y se consolidaron en 2014 con Lawyers, ofreciendo algo más que experimentación con la disonancia. Kiely se muestra cómodo aullando canciones que emanan de algún lugar entre su desquiciada mandíbula y su espíritu revuelto. Retorcido, sexy y extraño, el sonido de Girl Band solda frenéticos hi-hats a un caos de aires industriales que recuerda a los primeros Liars.
Así, si confiamos en la calidad de lo que encontramos en sus trabajos de estudio, así como en la evolución sonora que han mostrado en los últimos 3 años, parece evidente que vale la pena seguirles el rastro. Y todo apunta a que con algunas tablas más sobre el escenario sus bolos alcanzarán la calidad musical que prometen sus discos.
Crónica: Violeta Aragón
Fotos: Sergio Pozo