¡Esto es VIDA!

Vida
Foto: Mika Kirsi

Me encanta la sensación de descubrir un festival. Sin duda alguna la primera visita siempre marca, sea para bien o para mal. Y, para que esconder más las cosas… me he enamorado. Su ambientación, el trato de sus empleados, su acústica, sus dos ambientes, su entorno… es realmente VIDA. Es un festival en el que es fácil ver el lado bueno de la vida, un festival que hace ganar en calidad de vida, un festival que te alegra la vida.

Las cosas cuando están hechas con cariño salen bien y ese es el caso de este festival. No hace falta ser muy sentimental para, con el sólo hecho de entrar en sus instalaciones, emocionarte. La dirección de arte ha sabido sacar el máximo provecho a un paraje ya de por si magnífico, alejado de la ciudad, de los ruidos y de la contaminación. Por otra parte no es difícil llegar a él y la distancia que lo separa de la ciudad de Barcelona es la justa para no parecerte un exceso.

 

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Foto: Mika Hirsi

Una vez allí es tan fácil como dejarse llevar y disfrutar. Todo aquello que en otro festival puede ser un problema aquí es algo sencillo y me refiero a temas tan básicos como pedir una cerveza, ir al servicio, comer algo o disfrutar junto a tus hijos. Sí, los niños se lo pasarán en grande en este festival. Hay bastantes parejas con hijos y no hay nada más mágico que ver a esos pequeños reunirse para pasarlo en grande mientras tienen de fondo un hilo musical ideal.

 

Vida 3
Foto: Mika Kirsi

Por otro lado, los precios no son abusivos. Siendo algo críticos (más que con la organización del festival, con el público) hay que tener muy poca educación para tirar el vaso de plástico al suelo en paraje natural como el de La Masia. Existen decenas de papeleras habilitadas… eso sí, luego queremos que se nos trate como europeos. Si las tiendas, las paradas de comida chachi (sushi, churros delicatessen y demás) y la decoración de lujo te parece poco, los amigos de In-Edit proyectaban vídeos sobre artistas del festival por si quieres descansar un poco y relajarte.

 

Vida 4
Foto: Sergio Pozo

Ahora sí, entremos en materia musical. El viernes la afluencia de público fue mucho menor. Si el VIDA es ya de por si un festival tranquilo, el viernes aquello era una delicia. Amplitud a más no poder, tranquilidad y cero colas. No llegamos a ver a nuestras queridas Mourn y nos tuvimos que conformar con entrar al festival a las 20.00h. Después de asimilar la belleza de la entrada, tiempo para ver en la bonita cabaña Jagër situada en mitad del bosque a Renaldo & Clara, el enclave perfecto para disfrutar de la propuesta de los de Lleida. Su música sencilla y directa era sólo un presagio del cartel que nos esperaba. No busques decibelios descontrolados en este festival. Existe mucha desnudez, sensibilidad, emoción y ternura. Como el directo de Benjamin Clementine. 

 

Vida 4
Foto: Mika Kirsi

El escenario principal se quedó pequeño ante el virtuosismo del pianista que gana más en emotividad incluso cuando toca sin su banda. Fue toda una proeza aguantar sin llorar ante el show del británico debido a su enorme carga emotiva. No nos engañemos, desconocía por completo la existencia de este monstruo. Otro punto a favor del festival: el descubrimiento de un artista genial. Su presencia y su voz me hipnotizaron por completo.

 

Nunca es un mal momento para disfrutar de The War On Drugs. Aquí no existe la presión de un Primavera Sound y tenía ganas de ver un concierto entero de la banda.  Y quedé defraudado. Ni mucho menos hicieron un mal concierto pero da la impresión que les falte una marcha por engranar. Son perfectos en ejecución pero excesivamente lineales. Dejaron caer el subidón creado en Red Eyes y el final del concierto se hizo pesado. Es una pena porque si se asalvajaran más serían un grupo a tener muy en cuenta.

 

Vida 5
Foto: Mika Kirsi

Decidimos ir a ver a Martha, un grupo de pop de Durham que me dio justo lo que me pedía el cuerpo después de la decepción de The War On Drugs. Un bolo desenfadado, festivo, inocente… una maravilla. Una fiesta popera en medio del bosque. Absorto ante aquella maravilla no fui capaz de mover mi cuerpo de allí hasta que acabaron y me perdí a los buenos de Nueva Vulcano (que seguro que molaron mil). Al finalizar del concierto sacaron la maleta a lo old school para vender discos y me compré el LP y el 7″ de los ingleses. Estoy enamorado, enganchado, viciado… tienen himnos como 1967, I Miss You I’m Lonely, Sleeping Beauty Cosmic Misery que son dignos de alabanza.

Vida 6
Foto: Sergio Pozo

En la segunda jornada había cambio de planning. Iniciamos la aventura en La Daurada Beach, un garito tocando al mar precioso. Inauguraron la velada el supergrupo Mi Capitán. Caso curioso el del grupo formado por miembros de Love of Lesbian, Egon Soda y Standstill ya que lo tienen todo de cara para triunfar pero les falta «algo». Se les ve muy felices con el experimento y calidad tienen pero, de momento, carecen de hits suficientes y su puesta en escena es bastante light. Cierto es que los cerca de cuarenta grados de temperatura no ayudaban. Eso sí, Ricky Falkner, haga lo que haga, toque lo que toque, es un crack. Mucho más acorde con la temperatura y el ambiente (recordemos que estábamos a pie de mar) la sesión de los DJ’S. Martinis, cervecitas y muchas ganas de darlo todo. Se respiraba a sábado en el ambiente.

 

Sin dar tregua alguna acudimos al Museu del Ferrocarril para presenciar el tributo de Nirvana. Fue sucio, descarado y ruidoso y con un setlist de no hits que me sorprendió. Bien por los chicos de Grunzelizer. Después de comer y de la playa pertinente, volvíamos a La Masia para vivir a tope la última jornada de festival (el domingo había más actuaciones programadas en La Daurada pero el lunes es un día duro).

Llegamos con toda la intención del mundo para ver en marcha el escenario El Vaixell, una barquita azul en el medio del bosque la mar de mona. Allí Nacho Vegas hizo de las suyas acompañado del gran Abraham Boba escupiendo poesía como sólo él sabe hacer. Sarcasmo, castigo, protesta… cada día más reivindicativo y cruel. Ni él mismo hubiera imaginado un entorno mejor para su propuesta pero, sin saber bien por qué, se giró la tortilla y estoy seguro que hasta a él se le hizo pesado ya que al final del concierto se le notaba algo cansado.

Tres cuartos de lo mismo le ocurrió a Andrew Bird pero por motivos totalmente diferentes. El segundo escenario de La Masia era excesivamente grande, con la base demasiado baja, sin fondo… costaba pillarle el feeling a una banda. Si a ello le sumamos que estaba mejor sólo que con banda, tenemos la clave: lo que hubiera sido mágico en el escenario El Vaixell pasó sin pena ni gloria en aquellos andamios tan impersonales.

Vida 6
Foto: Mika Kirsi

Y estalló la bomba. Father John Misty fue uno de los triunfadores del festival con un directo arrollador y muy enfocado al público femenino. Cierto es que tiene voz para dar y vender pero su secreto reside en ese sexappeal que tan bien sabe explotar. Andrómina de personajes de culto mezcla entre Nick Cave, Elvis, Julio Iglesias y Jim Morrison, el barbas me puso cachondo hasta a mi. Estuvo más tiempo de rodillas que de pie, con la camisa desabrochada que abrochada, retando que mirando al público… pero lo consiguió y su directo fue una bomba que es justo reconocer y aplaudir.

 

Woods no lo tenían fácil: tocaban después del bolazo del Mesías y en el escenario «feucho». Lo dieron todo e hicieron un buen recital. Tienen galones y quizás eso les salvó. Aún así, en un entorno más recogido hubiera sido todo mucho más épico.

 

Nos fuimos a ver a las Hinds y, sintiéndolo mucho, a mi me pareció un bolazo.  Está claro que la crítica no entiende el concepto musical de estas chicas. Cierto es que no son máquinas tocando pero tampoco pretenden serlo. ¿A caso RamonesSex Pistols eran músicos virtuosos? El público acabó como las cabras invadiendo el escenario y pidiendo a gritos un bis. Si eso no es hacer un buen concierto…

 

Aquello pintaba cada vez mejor: Primal Scream entraba en acción. Sin duda alguna. el reclamo principal del festi eran los ingleses. Estoy seguro que había más del triple de público que el día anterior. Con un inicio muy rockero parecía que aquello iba a ser más bizarro de lo que en realidad fue. No nos engañemos, Bobby y los suyos hicieron un buen concierto pero no pasará a la historia como su mejor recital. A partir de Kill All Hippies empezó la fiesta psicotrópica que acabaría convirtiendo aquello en una mini rave sanjuanera. Como no podía ser de otra manera, el momento de clímax extremo fue con los temazos de su obra maestra Screamadelica como son Damaged, Higher That the Sun Loaded. 

Vida 9
Foto: Mika Kirsi

 

De cabeza a la cabaña Jäger para gozar con Los Mambo Jambo. Fue el concierto que congregó a más gente por metro cuadrado. La actitud de todo el grupo fue bestial con un Dani Nel·lo que cuando lo peta se crece más si cabe. Hicieron bailar al respetable sin momento alguno para el relax y no decayeron ni el ritmo del show ni la energía de la gente. Temas como Baile Hipnótico y La Caza sonaron impresionantes a manos de estos genios de la música rocker. El nuevo guitarra estaba perfectamente adaptado al combo. Cuidado con Ivan Kovacevik cada bolo que pasa está más inconmesurable.

 

Vida 8
Foto: Alberto Pozo

Con la cara de felicidad que teníamos cualquiera se iba a casa. A darlo todo con los DJ’S y a quemar las energías que quedaban. Lo que pasó a partir de entonces no tiene interés alguno. Bueno sí, aguanté un montón de rato haciendo equilibrio con una cerveza en la cabeza mientras bailaba. El año que viene volvemos, que nadie nos quite la VIDA.

 

Crónica: Sergio Pozo

Fotos: Mika Kirsi, Alberto Pozo y Sergio Pozo

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