El triunfo de lo clásico: The Limboos y The Excitements

The Excitements

09/01/15, Apolo, Barcelona

Noche de rhythm & blues y soul. Ganas de vivir en el pasado dándolo todo en el presente. Vinilos y trajes acorbatados: los formatos que tanto han querido aniquilar y que siguen sustentando con rigor la buena música. Los gallegos afincados en Madrid The Limboos y los catalanes The Excitements se unen de la mano de Penniman Records para dar un gran concierto. Lo que la música ha unido que no lo separe el hombre.

 

Expectación. Que un concierto nacional de esta índole despierte expectación es mágico. Dos buenas bandas, precios populares, gran aforo y una de las mejores salas de la ciudad. Todo hacia presagiar que aquella sería una gran noche. Ver esa variedad de edades entre el público es precioso. Fuimos a pasarlo bien y apenas tardamos diez minutos en hacerlo. Entrar en la sala y ver que se estaba pinchando con 7″ ya nos hizo suspirar. En Penniman Records saben lo que hacen y, quizás lo más importante, lo hacen con cariño. Así da gusto calentar motores.

 

Pinchando 7"

 

Saltan a escena The Limboos con ganas de presentar su primer trabajo. Un acierto que le subieran el pitch a los temas. Realmente el disco es fresco y diferente pero en directo gana más si cabe. Roi Fontoira es un frontman excelente que azota con sus seis cuerdas a los ritmos caribeños.

 

The Limboos

 

Ese interesante equilibrio hace que el rock más clásico suene a las mil maravillas con un rollo añejo muy auténtico y agradable. Big Chef, obliga a moverte y disfrutar con esos guitarreos. Gran base rítmica y una imagen 10 la que da Daniela Kennedy tras la batería. A medida que el concierto avanzaba aquello iba a mejor. Se nota que son una «banda de amigos» debido a la fluidez que desprenden en escena. Difícil no alucinar con temas como Early in the Morning o Brownie. Las maracas de Sergio Alarcón son una delicia pero después de un concierto tan redondo no era necesario poner el broche con la versión de El Manisero. Él mismo pedía disculpas antes de interpretarla. Luego entendimos que no bromeaba. Estuvieron enormes.

 

Difícil hablar del directo de The Excitements, realmente, un compromiso. Son buenos y, ante todo, inteligentes. Saben qué quiere la gente y se lo sirven en bandeja. Está todo cuidado con mimo: la estética, la disposición de los músicos, el setlist, las coreografías… Suenan tremendos y esa chica es demasié pero se echa en falta algo más de sudor y espontaneidad. No se exceden en ningún momento y todo parece estar siempre bajo control. Los músicos ceden de manera absoluta el mando a una Koko-Jean Davis que se mostró monstruosa.

 

The Excitements 3

 

Atesora una voz magnífica y su forma física es brutal. Controla el escenario a las mil maravillas y hace que el público goce sin piedad con los ritmos pegadizos de hits como Ha, Ha, Ha, Wait a Minute o I Don’t Love You No More. Incansable, hiperactiva, retadora… esa chica es un ciclón. Una bestia de escena que lo borda durante toda la actuación. Su evolución es brutal y su estela es tan grande que a veces eclipsa a los músicos, que dicho sea de paso suenan a las mil maravillas. Sin duda alguna, Albert Greenlight debería estallar y tener más presencia; de lo mejor de la otra noche.  A destacar la voz de Koko en los pocos tempos lentos del concierto, de nivel. No sólo es buena en los momentos explosivos.

 

The Excitements 3

 

La gente lo pasó en grande y Adrià Gual, Daniel Segura y los suyos pueden explicar con orgullo que un día llenaron el Apolo de Barcelona en el año 2014 haciendo pensar a más de uno que viajábamos en una máquina del tiempo.

 

Crónica y fotos: Sergio Pozo