El rey de la selva es León Benavente

21/03/14, Salamandra, Hospitalet (Barcelona)

Iniciativas como el Let’s Festival son para quitarse el sombrero. Un festival atípico que se celebra desde hace tiempo con una curiosa organización (se celebra viernes y sábado durante todo un mes) y con un cartel repleto de grupazos nacionales. Egon Soda, León Benavente y Julio de la Rosa nos esperaban.

 

 

La sala a reventar y Egon Soda dispuestos a abrir la noche. Ha costado cinco años ver a la formación de nuevo encima de un escenario y eso se notó tanto en las ganas del público como de la propia banda. Un set list de apenas una decena de canciones que bastó para demostrar el nivel musical de estos señores de sobrada categoría.

 

Egon Soda

 

Buscar un defecto a Ricky Falkner es misión imposible. La música indie del frontman y los suyos se muestra llena de fuerza y rigor en directo. No cabe duda que su segundo álbum es más rockero, pero los temas de su primer trabajo y los de El hambre, El Enfado y La Respuesta. El difícil segundo disco de Egon Soda casan a la perfección. Temas como Vals de Pequeña Mecánica, Papel Pintado, Suite #7 o Escuela Libre de Enseñanza sirvieron para demostrar la fuerza de la banda. Cierto es que, si hemos de destacar algún momento por encima de los demás, está claro que se llevó la palma el momento intimista-agresivo de Lear de su primer LP con ese genial estribillo y el cierre con el temazo Nueva Internacional. Buena manera de calentar motores.

León Benavente 2

Ya en el escenario León Benavente. De sobras cuando llegué al Let’s sabía que son el grupo revelación del panorama indie español, que son referentes de la música nacional (Nacho Vegas, Tachenko…) y que no paran de hacer sold-outs allí donde tocan. Pero es que lo que presencié el pasado viernes fue SUBLIME, INCREÍBLE, MAGNÍFICO, MÁGICO y, ante todo, muy profesional. Realmente son un grupazo en directo que consiguieron mantener mis pelos de punta durante más de cuatro temas, llorar de emoción y pensar que aquello no podía ser real. Su in crescendo es simplemente bestial. Su actitud en el escenario, impetuosa y bizarra. Su entrega, la clave. Abraham Boba es lo más parecido que he visto a un Nick Cave autóctono. César Verdú baquetas en mano y Edu Baos aporreando el bajo son la base rítmica ideal para un combo. Alucinante que Luis  se dedique más a tocar el bajo en otros lares, ya que su guitarra en la concepción de la banda es algo fundamental. Temas como Las Ruinas, Ánimo Valiente, Década (Alaska debe rabiar por no tener un tema así)… pero sin duda el momentazo es cuando Boba sale de detrás del teclado y la banda escupe Ser Brigada. Es imposible no saltar como un loco viendo algo así en directo. Pura magia. Por otro lado las letras de la banda son inteligencia pura. Crueles y sinceras, sirva como muestra la grandeza de El Rey Ricardo. Un grupo que va a dar mucha guerra porque lo que está haciendo encima de los escenarios es de otro planeta. Sudor y música, la combinación del éxito.

 

León Benavente 3

 

Después de aquel apoteosis musical a ver quién era el majo que conseguía captar la atención del público. Julio de la Rosa sabe lo que hace. Su música estuvo a la altura de las circunstancias y su discurso al finalizar la primera canción dejaba claro que la vida en el backstage no es de color de rosa.

 

Julio de la Rosa

 

Una percusión muy cuidada que hizo que la voz del jerezano no fuera tan fría y temas llenos de sarcasmo como Un corazón lleno de escombros, La fiera dentro Las Camareras. Además el cantautor rescató temas de su anterior etapa como El Hombre Burbuja ¿Por qué no folláis? Pingüinos y Koalas para beneplácito de los fans. Siento no poder dar más detalles de su directo pero recuperarse del ciclón Benavente me llevó días. Todavía retumba en mi cabeza el bajo de Edu y ese «Y de repente ocurrió así». Pelos como escarpias. Cuidado con el rey de la selva porque vino para quedarse.

 

Crónica y fotos: Sergio Pozo