18/06/14, Razzmatazz, Barcelona
Hacía ya algún tiempo que no cumplíamos ese viejo ritual de asistir al Razz en el mes de junio para ver a Bad Religion. Y se hacía raro. Porque, aunque un desaprensivo llamara a Greg Graffin hace ya más de 15 años “Gordo, calvo, vendido”, lo cierto es que es la suya es una de las pocas bandas hardcorianas que ha envejecido con absoluta dignidad. Sus trabajos de estudio son de una calidad sorprenderte y sus directos siempre son especiales. Mucho sol y mucha gente. Ver a los padres del hardcore californiano y a un frontman algo ambiguo liderando un grupazo como Against Me! es lo que tiene. Y nosotros nos alegramos.
La verdad es que era la primera vez que veía a los de Florida en directo y me esperaba algo bueno. Sus discos trasmiten un buen rollo increíble. Si eran capaces de transmitir esa energía positiva en concierto, la batalla estaba ganada. Cierto es que me parecía muy curioso el rollo de ver a Laura Jane Grace (ex Thomas) después de su tratamiento hormonal. En conjunto, unos teloneros muy apetecibles. Apenas un show sin florituras, bises, discursos… sólo rock. Una hora de puro rock con un rollazo impresionante, un sonido muy agraciado para ser el Razz y un aforo que apenas llenaba media sala (lo que os perdisteis por echaros unas birras). Una vez más evidenciando que muchas veces el público se equivoca con sus juicios de valor. Tildar de comerciales a la banda por fichar por una multinacional, por realizar temas más bailables o melodías más agraciadas es facilón. Dieron un golpe encima de la mesa con su propuesta fresca y con mucho punch. Atom Willard baquetas en mano es la clave. Le da mucha solidez a los suyos y los convierte en algo muy intenso. No olvidemos que ha sido batería de grupos como The Offspring o Social Distortion. El que tuvo, retuvo. Laura Jane Grace tiene un vozarrón increíble y estuvo durante todo el bolo on fire. Desde la mejicana The Ocean, el buen karma de New Wave, la melodía envenenada de True Trans Soul Rebel, la fiesta del temazo Thrash Unreal o la épica de Black Me Out; un festival de alegría, feeling y rock. Los coros y la actitud del bajo y el guitarra cierran el círculo de una propuesta musical que nos encantaría ver en un recinto más acogedor y reducido. Sin duda alguna, Against Me! han ido a más con los cambios realizados en su formación y el paso del tiempo.
Estalla todo con Fuck You y admirados estábamos de las revoluciones adoptadas por los veteranos Bad Religion. Eso sí, entenderse, no se entendía nada. Ya habían vuelto los fantasmas del Razz y su difícil acústica. Carrera rápida a las primeras filas. O nos posicionábamos en el frente de guerra o nos íbamos a quedar al margen de aquello. Para un servidor tocar Modern Man al inicio del concierto es como decir “Hoy vamos fuertes, vais a flipar”. Y así fue. Hacía muchos años que no veía a Greg Graffin y os suyos así de enchufados. Orgullo de ser fan de una pedazo de banda como aquella. Sudor, entrega, sonrisas, puños en alto, coreando himnos como posesos. Stranger Than Ficition, Anesthesia, Recipe For Hate, Struck A Nerve, You… caían como tiros, una detrás de otra sin piedad ninguna ni tregua entre tema y tema. Evidenciando como una canción bastante reciente como es Los Angeles Is Burning se ha vuelto ya un clásico. Un punto negativo para la seguridad de la sala que quería echar de la sala a la gente que pedía permiso para subir al escenario y tirarse (sí, a los que pedían permiso). Si me hubieran visto a mí en el escenario del Razz en el 96 con los Good Ridance y cuarenta personas más… Es lamentable la situación actual. Por esas cosas damos gracias a Dios por tener un local como el Estraperlo barcelonés. Hasta el bueno de Graffin, que no es muy amante del stage diving, cruzó alguna mirada con los gorilas sorprendido por su actitud. Y el festival seguía con Along The Way, Sanity, Atomic Garden Sorrow, Come Join Us y así hasta un descarado set list de treinta y dos canciones que me hizo recordar porque estaba allí. Porque tener que comprar una camiseta al salir del concierto porque la tuya está inservible es puro hardcore. Gracias HFMN Crew y Vans Warped Tour por devolvernos a los mejores Bad Religion.
Crónica: Sergio Pozo