25 Aniversario Bcore, recordando ‘aquellos maravillosos años’

BCore

BCore cumple 25 años y lo ha celebrado con un maratón de conciertos de doce bandas repartidas en cuatro días y cuatro escenarios diferentes. Una ocasión excelente para repasar la trayectoria del sello barcelonés a través de sus bandas, reencontrar caras conocidas  y sobre todo para recuperar títulos guardados en el baúl de los recuerdos de sus inicios. BCore comenzó como un pequeño sello local especializado en hardocre y punk y ha evolucionado hasta convertirse en un referente a nivel estatal de la escena independiente sin distinción de género musical alguno.

 

Para muchos de los asistentes hablar de BCore es hablar de toda una vida. Es hablar de recuerdos y vivencias que van muy atrás, cuando comprábamos el Absolut Zine en la Outline, coleccionábamos sus CD recopilatorios, cuando nuestro festival era el de Sant Feliu de Guíxols y no el Primavera, y hablábamos de “la escena hardcore”. Así, melancolía e ilusión, pasado y futuro se entremezclaron en los cuatro conciertos que pudimos disfrutar del 24 al 27 de junio. Poder ver otra vez en un escenario a The Unfinished Simpathy, que se reunieron especialmente para la ocasión, o a StandStill retomando temas de sus aclamados The ionic spell y Memories collector ha sido un lujo impagable. Las celebraciones empezaron el miércoles de San Juan en el Heliogàbal con Anímic tocando entre amigos, y  siguieron el jueves en el Sidecar con la noche más hardcore-punk del Aniversario con 24 Ideas, Xmilk, No More Lies y Bullitt. No faltaron los temas más emblemáticos, las colaboraciones, ni alguna que otra versión; destacando el set de temas de Bad Religion firmado por Bullitt en homenaje a su bajista Ferran, fallecido recientemente.

 

Pasado el ecuador del festejo, llegó la hora para Joan Colomo, The New Raemon, Nueva Vulcano y The Unfinished Simpathy el viernes 26 en Apolo.

 

Joan Colomo

La noche empezó con un recopilatorio de grandes éxitos de Joan Colomo, conocido también entre los feligreses de Bcore por haber empezado siendo el vocalista de Zeidun. Un Colomo contenido en comentarios y bromas nos deleitó con su pop mágico y alocado con temas como Pirotecnia barata, Màgic, L’ocell, Hort mort, El camí y Els amigos, entre otras. Letras coreadas por un público fiel más que entregado y con ganas de celebrar. De hecho, los que estábamos allí éramos más que un público, éramos un grupo enorme de amigos (sala 1 de Apolo llena) y aquello más bien parecía la típica cena de antiguos alumnos. Y ese espíritu se mantuvo toda la noche, como ya había pasado las noches anteriores y como pasaría la noche siguiente.

 

A Joan Colomo le siguió The New Raemon, interpretando entero el disco A propósito de Garfunkel.  Sonaron La Cafetera, Tú, Garfunkel, ¡Hoy estreno!, El fin de la resistencia... y así hasta completar el repertorio de su aclamado primer trabajo. Tan sólo se saltó Mil gracias, sustituída por Sucedáneos. Y, como guinda para tal pastel, cerró su set con A propósito del Asno en la que modificó una estrofa para hacer una ingeniosa dedicatoria a sus hijas y su banda Mourn.

 

New Raemon

 

Siguió la noche con Nueva Vulcano y un bolo divertidísimo compuesto íntegramente de versiones para las que contaban con la colaboración de otros músicos. Así se marcaron con más que digna resolución temas que supieron llevarse a su terreno de Swervedriver, Jawbox y el Nunca me entero de nada de Los Planetas. Sonó también una versión suya de Mogollón junto a The New Raemon, el No mires a los ojos de la gente de Golpes Bajos junto a Eric Fuentes o incluso un bizarro Te estoy amando locamente de Las Grecas con Joan Colomo. Ya casi al final, la banda barcelonesa rizó el rizo con Aviones plateados de El Último de la Fila, para el que contaron con la voz del mismísimo Jordi Llansamà, conocido en la familia como Jordi BCore.

 

Jordi BCore

 

Finalmente, The Unfinished Simpathy cerraron la penúltima noche siendo quizás una de las formaciones más esperadas del aniversario. Retirados de los escenarios como banda desde 2010, volverlos a ver juntos era un gran aliciente para muchos. Con un set de doce temas, abrieron con Rainfrogs, tocaron grandes éxitos como This living kills, Give Up Dig Down, Spin in the rye, Cherry Coke, Rock for food y cerraron con You’ve got a long run y The loveless cure. Un completo repaso a su discografía que hizo las delicias de los presentes, transportándonos a un pasado que empieza a ser ya bastante lejano. Escuchar a Eric desgañitarse y ver a la banda pasear con maestría su característico punk rock una vez más fue algo digno de ver.

 

The Unfinished Simpathy

 

Conciertos cortos, de no más de 40 minutos, ayudaron a hacer más llevadera tal maratón de temazos. “Lo bueno si breve, dos veces bueno”, reza el refrán y BCore no quiso empalagar ni hacerse pesado. En su justa medida, los diferentes sets se disfrutaron y nos dejaron a todos con ganas de más, tal como debe ser.

 

Y entonces llegó el sábado y otra de las citas que más expectativas había creado: el bolo de Tokyo Sex Destruction, Betunizer y StandStill recreando sus primeros éxitos, los de antes de Viva la guerra o Bonaparte. Un broche final con tintes post-hardcore para un “Señor Aniversario” de lujo.

 

Tokyo Sex Destruction fueron los encargados de arrancar ese bolo final en la sala Music Hall, también hasta los topes. Para los de Vilanova no parecía haber pasado el tiempo y arrollaron con su energía desbocada como si estuviéramos otra vez a principios de los 2000. Se reafirmaron en su desparpajo punk, garageo, rock´n´roll, soul y psicodelia. Y, versión de Love of Lesbian incluida, derrocharon potencia desde el primer minuto. Sobre todo RJ Sinclair, vocalista de la banda al que sobra personalidad. Un showman en toda regla.

 

Los valencianos Betunizer tomaron el relevo. La propuesta más arriesgada de la noche y, quizás, de todo el cartel de celebraciones. Seguramente el grupo menos conocido entre los asistentes, pero no por ello el menos interesante. Repasaron canciones de Ahogado, Boogalizer y Gran Veta, mientras José Guerrero, guitarra y voz, desafiaba a la velocidad de la luz con su guitarreo y Pablo Peiró al bajo acompañaba las canciones haciendo eses con las caderas. No faltaron temas como Cédric Caballos, Pantera pura, Cocotero, Pantano del Ardor, y el mítico Imagina que matas a Jota y así hasta acabar con Talco para firmar un show contundente de hardcore, punk y experimentación.

 

Y entonces llegó otro de los momentos más esperados del 25 Aniversario BCore: los StandStill originarios volviendo al Memories collector y el The ionic spell. Con la misma formación de 2002, Enric Montefusco volvió a desgañitarse sobre el escenario. En inglés, de riguroso negro como en aquella época y sonando otra vez desgarradores y extremos; lejos muy lejos de sus propuestas actuales. Sonaron Words, Not the place, Always late, Survive, Dead man picture, Accomplice, Let them burn, Ride down the slope, Memories collector y Two minutes song como si no hubieran pasado los años. Y la gente se volvió loca, hubo pogo, sudor, viajes en el tiempo y HARDCORE en mayúsculas.  Vimos a Piti Elvira en volandas sobre el público mientras seguía tocando, y a Elías Egido, Carlos Laoz, Carloto, y Riky Lavado dándolo todo y clavando un bolo para el que no hay peros ni reproches.

 

Sin desmerecer los conciertos que ofrecerá StandStill en octubre, este fue sin lugar a dudas EL CONCIERTO de despedida para aquellos que les disfrutamos desde hace más de 15 años. Fue también una de las mejores maneras de cerrar la maratón de conciertos que ha servido para celebrar los 25 años de BCore. Cuatro días de diversión, recuerdos, amigos que ya son familia y buena música. Si BCore sigue así, que sean 25 años más por favor.

 

Crónica: Violeta Aragón

Fotos: Violeta Aragón y Dani Montoliu