Anabel Vélez se declara «Lectora empedernida, cinéfila absoluta, melómana hasta las trancas», vamos el tipo de gente que nos flipa. Periodista musical en Ruta 66, Blisstopic, y Culturaca. Su libro Rockeras recoge medio siglo de la historia del rock y ha sido editado por Ma Non Troppo.
1-¿Cuál fue el primer disco que te compraste?
El primer disco que cayó en mis manos, no lo compré, me lo regalaron al nacer. Empecé precoz en esto de la música. Se llama Elvis Country: I’m 10.000 years old editado por Victor Stereo en una colección titulada «Los gigantes del country New Country Sound». Lo compró mi padre cuando nací y nos lo regaló a mi y a mi madre, tiene una dedicatoria que nos escribió en la contra y le tengo especial cariño. En la portada sale una foto de Elvis cuando era pequeño. Creo que mi padre se debió oler algo de mis futuras aficiones musicales. Los primeros vinilos que me compré sino recuerdo mal fueron los Use Your Illusion de Guns N’Roses. Uno de mis grupos favoritos en aquellos momentos en los que tenía dinero para consumir discos de mi propio bolsillo.
2- ¿Cuál es, para ti, la joya más preciada de tu colección de discos?
El disco de Elvis tiene muchos puntos, no será una joya pero le tengo cariño sentimentalmente hablando. Tengo dos discos de la colección de mi padre de los que me adueñé hace años y que para mi son joyas puras. Son de Camarón. Uno es Arte y Majestad y el otro El Camarón de la Isla con la colaboración especial de Paco de Lucía. El guitarrista le acompaña en ambos. Creo que sino están rayados les debe faltar poco, los he escuchado cientos de veces. Hace poco compré un directo del Cubist Blues el disco de Alan Vega, Alex Chilton y Ben Vaughn. 1945 de 2000 copias. Casi me da un vuelco el corazón cuando lo vi, me encanta el disco que por cierto ha reeditado maravillosamente Light In the Attic y que recomiendo a todo el mundo.
3-¿Tu portada de disco favorita?
Una pregunta difícil. El State of Euphoria de Anthrax es una de las portadas que más me ha fascinado en mi vida. Siempre que iba a casa de mi primo David estaba en su cuarto con la puerta cerrada escuchando heavy metal a toda tralla. Me encantaba. Entraba en la habitación como si fuera en busca del santo grial. Recuerdo que había fotocopiado varias portadas y pintado luego con rotuladores y las tenía colgadas en la pared. Otra portada que me impactó era el Number of the Beast de Iron Maiden, con ese Eddie con el diablo como marioneta, era maravillosa. Un día, mi primo me pasó un cassette que me había grabado, era el State of Euphoria, había fotocopiado la carátula con esas caras demenciales en el remolino. La tengo grabada a fuego en la memoria. Me dijo, esto te va a gustar. Cuando me la puse en casa, me voló la cabeza, literalmente me cambió la vida. No había escuchado algo así jamás. Nunca le estaré lo suficientemente agradecida por abrirme esa puerta. La primera vez que vi a Anthrax en directo y tocaron Antisocial se me cayó la lagrimita de la emoción. No quiero dejar de recomendar el disco de Summer Flake, tiene una portada maravillosa, me la colgaría en casa como un cuadro sin dudarlo. De hecho es un autoretrato al óleo de Stephanie Crase, la australiana que se esconde detrás de Summer Flake. El mejor disco que he escuchado en lo que va de año. La portada es muy simbólica, me lo contó en una entrevista que le hice, sobre el papel de la mujer y los estereotipos que se tienen sobre ella, con ese pintalabios que sobresale de la boca y le llena la cara como diciendo, no acepto tus etiquetas, me salto las barreras. Me siento muy identificada con esa idea.
4-¿Qué vinilo regalarías a alguien que se acaba de comprar un tocadiscos?
Eso depende de la persona a la que se lo regalase. Pero podría ser cualquiera de Bowie. Nunca falla. El Horses de Patti Smith. Germfree Adolescents de los X-Ray Spex, ese me lo compraría yo, lo tengo en cd, si lo veo en vinilo tiene que ser mío. ¡Si alguien lo ve, que me avise! Es un disco fascinante. Pero como he comentado antes, depende mucho de la persona a la que se lo regales.
5-¿Qué es para ti el Record Store Day?
Es una fiesta para los amantes de la música. Necesaria y reivindicativa. Una ocasión para encontrar ediciones especiales y joyas que en otros momentos no encontrarías. Aunque quizás ya no hay tantas rarezas como antes. Personalmente no soy mucho de visitar tiendas abarrotadas de gente, prefiero ir con la calma y pasarme un buen rato buceando en las cubetas. Me gusta ir a Revólver Records, la pequeña, y saludar a Jesús o Enric. Me dejo el sueldo allí de vez en cuando y con gusto. Estuve mucho tiempo sin pasarme demasiado por tiendas de discos, el trabajo de un periodista es precario como poco, ahora que tengo “cierta estabilidad laboral”, he vuelto a hacerlo con más asiduidad. Echaba de menos poder hacer una visita y no contenerme. Es una gozada si te gusta la música. Mi última adquisición del Record Store Day ni siquiera fue en el Record Store Day, fue en agosto pasado en Leiden, Holanda, en una tienda que se llama Sounds. Encontré un libro de fotos con textos de la propia Joan Jett con un 7” con temas en directo. Gritaba mi nombre desde una vitrina. Se vino conmigo a casa. No había elección.
